viernes, 3 de abril de 2009

Pétalo 52 :) Los Mosuo y ...

Los Mosuo, según  ha estudiado el escritor Ricardo Coler, en su libro "El Reino de las Mujeres", han vivido de generación en generación en un pintoresco lugar situado en la frontera de las provincias suroccidentales chinas de Yunnan y Sichuan. Se trata de una de las pocas comunidades existentes en el mundo en las que pervive el matriarcado.   

Los Mosuo se organizan en familias, pero no se casan. La organización social y familiar de esta comunidad es un caso legado por la historia, muy raro y bastante valioso, existen algunas otras poblaciones en el mundo que siguen viviendo en organizaciones sociales basadas en el matriarcado y en todas ellas se pueden llegar a las mismas conclusiones extraídas del análisis de Los Mosuo.  

La convivencia de varias generaciones es un hecho muy usual entre Los Mosuo. Miembros de una generación incluyen las madres y los tíos de los de la siguiente generación.

Dada su amplia conciencia de imparcialidad, las madres constituyen una poderosa fuerza de cohesión. Los miembros familiares trabajan según su capacidad y los bienes se distribuyen de acuerdo con las necesidades de cada cual.


En general, al cumplir los 13 años los chicos, tras tomar parte en una ceremonia en la que se visten de adultos, ya pueden participar en las actividades sociales y buscar amigos del otro sexo. Llaman "axia" a sus compañeros sexuales o amantes y "azhu" a sus demás amigos, a veces también llaman en público "azhu" a sus compañeros sexuales.  

La familia y la sociedad no interfieren en la libertad que tienen los adultos al elegir su "axia". La madre debe dar a su hija una habitación llamada cuarto de huéspedes. Los jóvenes tienen plena libertad de buscar amigos y tener relaciones sexuales.  Por lo tanto hombres y mujeres gozan de plena libertad para elegir a la persona de otro sexo, no prevaleciendo en esta sociedad eminentemente matriarcal los llamados acuerdos matrimoniales. 

Cuando un hombre y una mujer se encuentran, si la conversación resulta satisfactoria, y aparece aquella sensación que ellos consideran primordial para la consecución de la relación, el hombre puede alojarse en el cuarto de huéspedes de la mujer. La madre puede aconsejar a su hija, pero nunca le impone su voluntad, son ellos individualmente los que deciden.

Gracias al ambiente tolerante, pacífico y de respeto mutuo, cualquier problema puede resolverse mediante conversaciones y consultas.  No hablan de las relaciones homosexuales, simplemente se respetan, ya que toda madre en el hogar respeta  que los que vivan en él , para que se sientan en plenitud y sigan aportando a su sociedad lo mejor de ellos mismos. No se viven engaños, cada persona se ocupa de aportar a la comunidad lo mejor de él/ella y de respetar y tolerar a los demás. 


Si los compañeros sexuales no se llevan bien o una de las dos partes no quiere seguir sus relaciones amorosas, la pareja puede separarse fácilmente sin causar molestias al resto, sólo solicitarán ayuda de los miembros veteranos del poblado en caso de que uno de los miembros desee  proseguir otro camino y el otro desee continuar en la unión.  

Los "axias" pasan la noche juntos, mientras durante el día, los hombres trabajan en su propia casa. Si un hombre no tiene "axia", no le queda más remedio que dormir en casa de su tío, puesto que de acuerdo con las reglas del matriarcado carece de habitación propia.  

Las mujeres son las que se encargan de las habitaciones, es un modo heredado de entender la morada familiar y nexo de unión con los hijos, ellas los llevan con ellas a sus llamadas habitaciones o moradas.

Esta apreciación quizá venga de la etapa paleolítica en la que  los antropólogos han encontrado diferencias considerables en los modos de comportamiento entre los chimpancés y las orangutanas, ya que ellas suelen ocuparse de proteger su morada y ellos son se centran en buscar el sustento, quizá si lo trasladamos a nuestro día a día podamos comprender porqué muchos hombres de la sociedad actual se preocupan prioritariamente en focalizar su carrera profesional, en aras de tener asegurado su sustento y quizá el de su familia, en cambio las mujeres se ocupan más de asentarse en una morada y mantener unida a su prole; gracias a que los tiempos están cambiando estos roles están siendo difuminados en beneficio de una sociedad más plural.

Si varios hombres se enamoran de la misma mujer, ésta puede elegir libremente al que prefiera. Los celos son casi desconocidos, pues son considerados como sentimientos negativos, producto de la noción de propiedad privada.  El amor es entendido simplemente como un acto de generosidad, no de posesión. 

El matrimonio apareció entre los Mosuo hace mucho tiempo. No era infrecuente que en las familias de los jefes de la liga de tribus los hombres se casaran, si bien algunas mujeres se mostraban reacias a ello.  

Una última apreciación que quizá sea de la cultura Mosuo lo más relevante, siendo como es una sociedad en la que los índices de violencia son casi imperceptibles, avalado en que se les considere una sociedad primitiva, poco evolucionada y nada materialista ya que no necesitan tener valores materiales, dado que lo comparten todo y son felices como son; y aunque estas pueden ser algunas de las razones de los pocos índices de violencia y buena convivencia que tiene el pueblo Mosuo; me inclino a pensar que su modo de organización ancentral basado en el matriarcado tiene también algo que ver con ello, ya que los hombres suelen manejarse mejor saliendo del territorio y las mujeres suelen ser mejores gestoras y conciliadoras. 

Un abrazo. Mari Cruz   

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por visitar mi blog. Agradeceré repartas los Pétalos entre tus amig@s. Y me gustaría recibir vuestras opiniones, sugerencias y comentarios para generar otros muchos puntos de vista del interés de tod@s.

Temporalmente no me es posible responder vuestros comentarios, mis disculpas.

¡Que difrutes de un buen día!
Un abrazo :) Mari Cruz

 

Cruz Coaching Copyright © 2009 WoodMag is Designed by Ipietoon for Free Blogger Template